Alguien dijo alguna vez que despedirse también es crecer. Pero, ¿cómo decimos adiós a alguien que nos dio tanta luz? ¿cómo nos despedimos de ese hombro que nos vio llorar? ¿cómo abandonamos en silencio sin causar ruido?
Sonará extraño, pero cuando recuerdo los mejores momentos de mi vida, me centro por unos segundos a recordar el dolor que lo precedía. Considero que madurar es abrazar todas las etapas de nuestra vida que nos hicieron reír, pero también, llorar.
Sigo echando la vista atrás y he encontrado una lista interminable de experiencias que me han hecho avanzar: Amores eternos que prometieron estar pero que ahora forman parte de una bonita historia en mi vida. Amigos que compartieron momentos de tristeza y que ahora no son nada. Trabajos que no se alineaban con mis valores. La gran parte de estas despedidas tienen algo en común: AVANZAR.
Con el paso del tiempo, voy comprendiendo que para crecer, es necesario decir adiós a personas y circunstancias para volver a (re)conectar con nosotros mismos.
Alguien dijo alguna vez que despedirse también es crecer. Pero, ¿cómo decimos adiós a alguien que nos dio tanta luz? ¿cómo nos despedimos de ese hombro que nos vio llorar? ¿cómo abandonamos en silencio sin causar ruido?
Sonará extraño, pero cuando recuerdo los mejores momentos de mi vida, me centro por unos segundos a recordar el dolor que lo precedía. Considero que madurar es abrazar todas las etapas de nuestra vida que nos hicieron reír, pero también, llorar.
Sigo echando la vista atrás y he encontrado una lista interminable de experiencias que me han hecho avanzar: Amores eternos que prometieron estar pero que ahora forman parte de una bonita historia en mi vida. Amigos que compartieron momentos de tristeza y que ahora no son nada. Trabajos que no se alineaban con mis valores. La gran parte de estas despedidas tienen algo en común: AVANZAR.
Con el paso del tiempo, voy comprendiendo que para crecer, es necesario decir adiós a personas y circunstancias para volver a (re)conectar con nosotros mismos.
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Tu primera experiencia con el equipo es mediante una llamada gratuita de unos 15-20 minutos. Utilizaremos esta toma de contacto, para conocernos y que nos cuentes en qué podemos ayudarte. Recuerda, no estás sólo/a en este viaje.
Es momento de tener tu primera sesión con tu psicóloga. Ambos/as escogeréis el día y la hora para la consulta. La frecuencia de las visitas dependerá de las necesidades de cada persona.
Una vez finalizada la sesión, es recomendable reservar la siguiente de la misma forma.